Susana Sánchez Toro, presidenta del Grupo de Desarrollo Rural de la Campiña de Jerez y delegada de Medio Rural del Ayuntamiento de Jerez tiene 34 años, dos hijas de 3 años y 8 meses y toda una vida ligada al mundo rural, no en vano se crió en la barriada rural de Baldío Gallardo-El Mojo. y al mundo asociativo de la zona.
Maestra de educación infantil y licenciada en Psicopedagogía por la Universidad de Cádiz, en su trayectoria anterior cabe citar su participación en procesos y organismos como el Observatorio Ciudadano o el Consejo Local de la Mujer de Jerez, así como su
activo papel en el movimiento asociativo femenino, perteneciendo a la
Asociación de Mujeres “Dos Generaciones” y ostentando durante un tiempo el cargo de Secretaria de la Federación de Asociaciones y Colectivos de Mujeres de la Campiña “SOL RURAL”. por el medio rural y, sobre todo, por conseguir financiación”.
Seis meses al frente de unos de los GDR más eficaces y punteros de Andalucía, ¿cuál es su balance hasta este momento?El balance es positivo. La etapa que me ha tocado vivir en este tiempo es la de evaluación intermedia del programa y estoy comprobando la
eficacia y rapidez en la gestión de los fondos públicos por el GDR. Por
ejemplo, recientemente se ha hecho un gran esfuerzo por pagar a los promotores muchosde los expedientes certificados –un montante de 2.246.713,20 euros-, que supondrá una segunda asignación de fondos FEADER-LiderA para el periodo 2012-2015.En una coyuntura económica e incluso social como la actual, que ya dura demasiado, ¿ cuál tiene que ser la labor de un GDR?¿ en qué proyectos están ustedes incidiendo o cuáles son los que más les llegan por efecto de la crisis?
La verdad es que la situación ha generado bastante debate en los Órganos de Gobierno como la Junta Directiva o el Consejo Territorial, decidiéndose finalmente priorizar los proyectos generadores de empleo. Además, el GDR está desarrollando una muy buena labor de acompañamiento de los promotores para facilitar el desarrollo de las iniciativas (a nivel técnico, financiero etc). En cuanto a los que más llegan por efecto de la crisis, la verdad es que en este marco estamos apoyando especialmente a los pequeños agricultores para la
modernización de infraestructuras de riego y maquinaria y se han subvencionado muchos pequeños proyectos que han ayudado a distribuir las ayudas en todo el territorio.Usted es oriunda de la zona rural de Jerez, la conoce perfectamente, desde un punto de vista social y económico, ¿ qué ha cambiado y qué permanece?
Creo que poco a poco ha cambiado para bien el nivel general de equipamientos y servicios de los núcleos rurales, especialmente las
barriadas. Respecto a lo que permanece, en realidad uno de los escollos es el problema endémico de raíz de nuestra zona rural: la ordenación territorial y su deriva legal y urbanística, que tiene efectos en la calidad de vida de la población y en el posible desarrollo económico.
En el tiempo que esté al frente de la labor de Presidencia del GDR Campiña de Jerez, ¿cuál es la impronta que le gustaría dejar?Aparte de la austeridad, que es un principio en cierto modo
impuesto por la situación económica global, pero que asumo y va a impregnar los próximos años, quizás por mis orígenes y trayectoria –natural de una barriada rural pero con desarrollo profesional y residencia actual en la ciudad próxima-, uno de los conceptos en los que más estoy interesada es en la superación de los desequilibrios entre los binomios rural-urbano y luego, más allá, pedanías-barriadas rurales.La gente de la zona rural es tradicionalmente luchadora, pero ¿es también emprendedora?, ¿en qué emprende?, ¿se está entendiendo la necesidad de diversificar económicamente?
En términos generales sí hay experiencias exitosas en nuestra
zona, pero desgraciadamente suelen ser puntuales; hay que seguir trabajando mucho en las políticas de emprendiduría y sobre todo de sensibilización y educación de la población, desde los jóvenes hasta las mujeres, para emprender. Desde luego que hay algunos sectores emergentes que son ejemplo de diversificación como el sector enológico (vinos experimentales, de autor, tintos, etc.), el aumento de iniciativas turísticas o los negocios de prestación de servicios, pero quedan muchas oportunidades de negocio por desarrollar como las relacionadas con la innovación social vinculada a las nuevas tecnologías, energías renovables, patrimonio, agroalimentario etc.
