Decenas de barqueños y barqueñas se han dado cita esta mañana en la plaza de Artesanía de La Barca de la Florida para acudir al mercadillo solidario pro-Asmelt organizado por el grupo de Cáritas de la entidad local autónoma.
Muñecos, juegos y juguetes, zapatos, libros, ropa de todo tipo, incluidos trajes de sevillana, enseres varios y hasta juegos de cristalería son alguos de los objetos que podían adquirirse en ese mercadillo cuyos beneficios han estado íntegramente destinados a la Asociación de Discapacitados de la zona rural, Asmelt.
Charo Sánchez, vicepresidenta de Asmelt y madre de una niña afectada, ha explicado que este tipo de iniciativas responden a «la falta de recursos con la que cuenta la asociación y a lo difícil que lo tenemos siempre en la zona rural; y a la crisis, con la que no nos entra ningún tipo de recurso de las administraciones en la asociación». Por esa falta absoluta de recursos, «los niños están muy desatendidos», asegura Charo Sánchez, «y sólo tienen actividades dos tardes a la semana».
«En Cáritas de La Barca», nos explica Pepi Guerra miembro de la entidad, «tenemos un grupo de niñas a las que llevamos a Asmelt. Allí les informaron de la importancia que tiene el voluntariado y de ahí vimos la necesidad y partió la idea de hacer este mercadillo solidario». Un mercadillo que tuvo una primera edición en solitario de Asmelt hace dos años y que en esta jornada ha visto cómo la entidad local se ha volcado, primero donando los productos para ponerlos a la venta y después, acudiendo a adquirirlos de manera solidaria.
