Campiña

Desarticulan la banda relacionada con el crimen de Cuartillos

La denominada operación «Zorrito», desarrollada de manera conjunta  por la Guardia Civil y el Cuerpo Nacional de Policía, ha permitido la desarticulación de una organización criminal dedicada al trasporte y posterior distribución de cocaína y polen de hachís. Los detenidos componían un entramado en el que se abastecían unos a otros de sustancias estupefacientes, las cuales distribuían por toda la geografía nacional, empleando incluso a sicarios para que los ahora detenidos respondieran de las cantidades de droga que se les confiaban y que eran incautadas por las Fuerzas de Seguridad. Uno de los miembros de este grupo, se encuentra actualmente en prisión detenido por la Guardia Civil en el marco de la operación «Tobera», donde secuestraron y asesinaron a un vecino de Cuartillos como represalia por la desaparición de dos fardos de hachís.

Los agentes iniciaron sus investigaciones tras tener conocimiento de la existencia de una red de narcotraficantes que estaría abasteciendo de cocaína los puntos de venta de drogas en la zona de la sierra de Cádiz y comarca de Jerez, donde tras las primeras investigaciones realizadas se puso de manifiesto que se estarían financiado a través del trasporte de hachís de muy alta calidad hasta zonas tan distantes como Galicia, Madrid o Toledo.

En el trascurso de sus investigaciones, los agentes desvelaron la existencia de una serie de personas que utilizaban a un  grupo de jóvenes de la zona de la sierra de Cádiz con cierto grado de organización para llevar a cabo los transportes de la droga al centro y norte de España, cambiando continuamente a quienes realizan las funciones de lo que se denomina como «mulas», mientras miembros de la organización con más experiencia vigilaban y daban seguridad a estos transportes, realizando las tareas de ocultación y preparación de la droga.

Tras numerosas labores de investigación y seguimiento a lo largo de todo el país y tras incautar parte de la mercancía que transportaban, se pudo conocer que la organización esperaba un envío procedente de Cuba, y que sería trasladado a Sevilla tras hacer escala en Madrid, por lo que se organizó todo el dispositivo, que llevó a la detención de los organizadores del envío y a la incautación de los 20 kilos de cocaína líquida que se camuflaba en el interior de latas de zumos tropicales, destacando en el planeamiento de todo ello un ciudadano cubano afincado en nuestro país y con numerosos antecedentes por hechos similares.

Después de  esta última incautación, se procedió a la detención del resto de personas vinculadas con esta organización, que aún se encontraban en libertad, llegando a completar un total de 15 detenidos y dos imputados,, encontrándose estos dos últimos en prisión por su participación en la operación «Tobera», donde llevaron a cabo el secuestro y asesinato de un vecino de Cuartillos, como represalia por la desaparición de una cantidad de hachís, lo que hace comprender el terror que provocaban entre los demás miembros de la organización cuando tenían que hacer frente al pago de una deuda.

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