El responsable del sector del aceite en la organización agraria COAG-Andalucía, Juan Luis Ávila, ha reivindicado en Jaén, donde se ha presentado el aforo oficial de la campaña oleícola 2019/20, que Bruselas ponga en marcha medidas para que los países productores de aceite realicen su propio aforo oficial de forma real y transparente, para evitar las especulaciones de precios en los mercados y que el resto de países “juegue al póker con el sector español”.
En la actualidad, con las cifras aportadas por los distintos países, la producción mundial de aceite se situaría en 3.100.000 toneladas, inferior a la anterior campaña, y “con esta cifra debería producirse un repunte de los precios”, eso teniendo en cuenta cosechas de Italia, de Túnez, de Marruecos, de muchos sitios “cuyos datos aportados son totalmente absurdos”, por lo que “con cifras reales, podríamos estar incluso por debajo de los tres millones de toneladas”.
Asimismo, considera que el hecho de que este año haya en España un enlace de campaña elevado, en torno a las 500.000 toneladas, esto no debería ser un problema, ya que esas toneladas de aceite en una campaña normal se encontrarían igual, solo que almacenadas en otras partes del mundo. Este año están aquí porque España ha tenido producción record mientras el resto campañas muy bajas, por lo que a nivel mundial no tiene por qué influir.
Por “lo que ni el año pasado había una situación de mercado, ni este año la hay, que obliga a la situación de bajos precios que estamos teniendo, y seguimos estando en una situación en la que siguen haciendo falta medios”. “El almacenamiento privado llega tarde y es necesaria una medida que sea eficiente, a tipo fijo para que las cooperativas que acudan al almacenamiento tengan la posibilidad de saber de entrada qué dinero es el que van a recibir y no entrar en subastas que no conducen a absolutamente ningún sitio”.
Asimismo, ha añadido que “vamos a pedir tanto a la administración estatal como a la administración autonómica, un paquete de medidas para hacer frente a los aranceles”. Teniendo siempre a la vista que el gran arancel que realmente están pagando los olivareros son los 1.500 millones de euros que se han perdido por la bajada del precio del aceite en origen, que es nuestro problema fundamental” y “es por lo que hay que seguir peleando”.
En este sentido, ha querido poner de manifiesto que con la salida de miles de olivareros en las manifestaciones de Jaén, Sevilla y Madrid, se han ido consiguiendo algunas peticiones como el hecho de que se va a abrir un laboratorio agroalimentario en la provincia de Jaén que va a ser referencia o se están duplicando los controles de calidad.
Sin embargo, al mismo tiempo “hay que seguir reconsiderando otras como el tráfico de perfeccionamiento activo, los contingentes de aceite que vienen de otros países, y la gran medida que nos hace falta que es la autorregulación del sector y un almacenamiento privado que sea realmente con cantidades y con cifras importantes”.
