Campiña

Menos teléfono, cambio de luz y rotación contra la crisis

El alcalde de La Barca de la Florida, Alejandro López, explica algunas de las medidas de ajuste y ahorro que está acometiendo su gobierno para afrontar el momento de crisis.

El Ayuntamiento de La Barca de la Florida estudia todo tipo de reajustes para intentar ahorrar en los gastos corrientes que incrementan la situación de crisis económica de los consistorios pedáneos. En su caso, algunas de las soluciones son de ahorro como las que cualquiera aplicaríamos en nuestras propias casas: tarifa plana en el teléfono, menos llamadas a móviles y de menor duración o uso del correo electrónico por encima de otro tipo de comunicaciones cuando sea posible. Pero otras de las soluciones tienen un matiz más novedoso, e incluso revolucionario, como la intención de cambiar de compañía eléctrica, y dejar a la histórica Sevillana, que tantos disgustos provoca a las pequeñas administraciones con los continuos cortes, y cambiarse a  Unión Fenosa, lo que puede suponer un ahorro de alrededor de 50.000 euros al año, al aplicar esta nueva compañía, cosa que no hace la anterior, «las diferentes tarifas por tramos horarios de consumo».

Otra de las propuestas consiste en organizar las necesidades del consistorio pedáneo a través de una central de compra, «que administre todo lo que compremos». «Hasta ahora se compraban los productos de calle y de suministro de una manera»,  explica el presidente-alcalde Alejandro López, que acaba de cumplir 30 años, «ahora vamos a ver mucho más los precios, si pagamos al contado o pagamos a plazo, depende de la situación, pero donde haya un control del precio al que compramos y del gasto que se va teniendo».

Como ejemplo, ahorrar en las bolsas de basura que se introducen en las papeleras, sustituyendo éstas por otras de hierro que no necesiten las citadas bolsas y que tengan fácil limpieza. Pequeños o grandes detalles en los que dice que están «trabajando todos los días»; porque lo que tiene claro es que «promesas pocas se pueden hacer» en una situación como la actual.

De hecho, a pesar de la acuciante situación de la entidad, con una deuda de tres millones de euros, de la que 180.000 es de factura eléctrica, y de la que tendrán más datos en breve gracias a la auditoría que han encargado; su principal preocupación es el desempleo. Se trata de un mal casi endémico de la pedanía agravado en la actualidad por la coyuntura global. Desde el consistorio, también intentan hacer algo en este sentido, con la propia plantilla que se va jubilando. «En vez de sustituir directamente a quienes se van jubilando, tenemos los puestos que deben cubrirse en rotación, para dar mayor posibilidad a todo el mundo», afirma.

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