Ni COAG, ni ASAJA, ni UPA ni el resto de las organizaciones agrarias han dejado pasar la oportunidad de mostrarle personalmente y cara a cara al comisario europeo de Agricultura, Dacian Ciolos, su profundo descontento, su frontal rechazo y su decepción frente a la propuesta de PAC de la UE que será votada en el actual marco.
COAG
La propuesta ahonda, dicen desde COAG, en los aspectos que han llevado al campo español a perder el 31% de su renta en la última década: liberalización de los mercados y ayudas desligadas de la producción que priman a los “agricultores de salón”. Por ello, le han pedido directamente a Ciolos que la PAC post-2013 priorice la producción de alimentos, la agricultura profesional generadora de empleo y la seguridad alimentaria de Europa. Para COAG, las propuestas de reglamentos que ha presentado la Comisión Europea resultan alarmantes, ya que se presenta exclusivamente una legitimación pseudoverde y territorial para la nueva PAC, dejando de lado la legitimación económico-productiva y socio-laboral, fundamental en la afirmación del carácter estratégico del sector agrario, más aún en el actual contexto de crisis.
“Creemos que es necesaria una nueva PAC y rechazamos una reforma que profundiza en los errores que han llevado al sector agrario a la crisis actual, desacoplamiento de los pagos directos (desligándolos aún más de la actividad productiva real en las explotaciones) y en la desregulación y liberalización de los mercados agrarios. Desde 2003, el sector agrario español acumula una pérdida de renta de 31%. Sería una grave irresponsabilidad por parte de la UE seguir poniendo en peligro el tejido productivo agrario”, ha argumentado Miguel López.Para COAG, la nueva PAC debe centrarse en conseguir una actividad agraria rentable (entendido como unos precios remunerativos por encima de los costes de producción) y sostenible, de forma que los agricultores/as y ganaderos/as inviertan en sus explotaciones y puedan dar paso al relevo generacional en las mismas. Por este motivo, han propuesto al Comisario que las ayudas se dirijan exclusivamente hacía los agricultores activos, aquellos que realizan una agricultura productiva, creando riqueza y empleo en el medio rural. Asimismo, es vital una decidida política de regulación de los mercados y de un reequilibrio de la cadena agroalimentaria.
En cuanto al acuerdo con Marruecos, rechazo absoluto a la ratificación y trabajo contrarreloj para que los europarlamentarios entiendan que no se puede dar luz verde al acuerdo sin incluir cláusulas que permitan comprobar con eficacia el cumplimiento de lo acordado, algo que no ocurre ahora. “Se deben introducir condicionantes sobre condiciones laborales, sociales o medioambientales en Marruecos y medidas compensatorias para los productores afectados por la apertura de los mercados. Además, se debe clarificar que el acuerdo es conforme con los tratados internacionales en lo que concierne a los territorios del Sahara Occidental”, ha señalado López.
ASAJA
Por su parte, Asaja ha demandado directamente al comisario de Agricultura de la UE, Dacian Ciolos, el cambio de la propuesta de reforma de la PAC y ha mostrado su decepción con la actitud del Comisario de Agricultura de la Unión Europea, Dacian Ciolos, que ante las severas críticas de la entidad, ha actuado, dicen desde ASAJA, «como Pilatos, se ha lavado las manos y pretende dejar las decisiones más conflictivas en manos de los gobiernos nacionales”.
La reforma es especialmente importante para nuestra comunidad ya que, según la organización, por ser la más productiva de la agricultura española es también la que más dinero recibe de la PAC, 1.600 millones de euros anuales.
El presidente de ASAJA, Pedro Barato, ha transmitido a Ciolos la inquietud de los productores españoles respecto al resultado final de la reforma y lo que es también prioritario, la preocupación por conocer la partida presupuestaria con la que contará finalmente la PAC. En el encuentro se han analizado además temas de vital importancia para ASAJA como son la ganadería, la gran olvidada de esta reforma, el celebre “greening”, una injustificada carga mas para el productor o la ausencia de instrumentos de gestión de mercado, tan necesarios en situaciones de crisis precios como las que afectan en estos momentos a algunas de nuestras producciones.
ASAJA considera, al igual que otras organizaciones, que la reforma diseñada por Bruselas no se adapta a las características básicas de nuestra agricultura. La propuesta parece estar dirigida hacia agriculturas de monocultivo y zonas homogéneas, mientras que España y particularmente Andalucía cuenta con muchas y diversas agriculturas, como lo son también nuestros territorios y sistemas de explotación. Por lo que, tal como ha indicado el presidente de ASAJA, “Nos preocupa que la propuesta no diferencie entre secano y regadío, que penalice a los sectores y zonas mas productivas y que no ofrezca salidas a la ganadería”.
ASAJA ha mostrado, además, su oposición a la propuesta de un pago para prácticas beneficiosas para el clima y el medioambiente, el conocido como “greening”; y al acuerdo agrícola UE-Marruecos, sobre el que han la necesidad de compensar a los productores europeos ante el grave perjuicio que suponen las concesiones realizadas a Marruecos, al tiempo que se ponen en marcha por parte de la UE los mecanismos necesarios para evitar el incumplimiento sistemático de las condiciones del acuerdo por parte de Marruecos.
