El seguimiento de la jornada de huelga en la zona rural de Jerez puede calificarse de desigual. Sin acciones por parte de los piquetes en los núcleos urbanos, poblaciones como Guadalcacín amanecían con sus pequeños y medianos negocios funcionando con normalidad y con trabajadores faenando en plena calle, como los encargados de las obras AEPSA que se están llevando a cabo en el que será el futuro centro de salud de la entidad local.
Por su parte, en Estella del Marqués, por ejemplo, el Ayuntamiento funcionaba, según nos explicaban con los «servicios mínimos», mientras que el consultorio se mantenía cerrado al permanecer la doctora en huelga.
En los polígonos industriales de la zona rural, en concreto, en el polígono anexo a Guadalcacín, el movimiento de entrada y salida de vehículos era muy escaso, prácticamente nulo, aunque a puerta cerrada dentro de algunas empresas se trabajaba con una cierta normalidad. En la futura factoría de Zahav Motor, las máquinas se encontrabas paradas aunque las instalaciones permanecían abiertas.
En cuanto al transporte público a la zona, desde Linesur el presidente del comité de empresa, Alejandro Gómez, explicaba a primera hora de la mañana la denuncia que se iba a interponer ante la policía por la rotura de las correas de uno de los vehículos, que había impedido la salida de los servicios mínimos.
