«Los bancos no entienden de paciencia y a los que nos están cobrando los intereses es a nosotros», así de sencillamente ha explicado su crítica situación económica el presidente del comité de empresa de Linesur, Alejandro Gómez Caro, tras la marcha que han protagonizado esta mañana para reivindicar su estado.
El presidente del comité de empresa ha asegurado que «la situación de algunos compañeros empieza a ser desesperada», y ha reconocido que incluso algunos piensan en radicalizar las movilizaciones que, en cualquier caso van a ir a más, si no se produce el pago. «Estamos pasándolas canutas», ha dicho, por una situación de la que no son culpables. El ayuntamiento les pide «paciencia», asegura, una paciencia de la que no entienden los bancos que les están cobrando los intereses de unas hipotecas a las que no pueden hacer frente por el impago municipal a la concesionaria.
Alejandro Gómez Caro ha querido desmetir que no se estén cumpliendo los servicios mínimos, «se están cumpliendo tanto como podemos», a pesar de que los autobuses, por la escasez de combustible, están dando muchos problemas mecánicos; y ha anunciado que mañana mismo tienen de nuevo una entrevista con el gerente de la empresa, Cristóbal Sánchez. Respecto a la empresa ha asegurado que «la relación es buena, no tenemos problemas con ella», el único problema es la deuda de dos millones y medio de euros que el Ayuntamiento mantiene y que se traduce en impagos de entre 5.000 y 6.000 euros por chófer, en unas nóminas «que son mileuristas».
Gómez ha reconocido que se está circulando con mucho retraso, de hasta hora y media o dos horas en algunos casos, pero están llegando. En ese sentido, ha lamentado profundamente los perjuicios que están causando a los habitantes de barriadas y pedanías, de donde, por cierto, son varios de los conductores, pero han asegurado no poder hacer nada más.
