Cultura

El joven tornero-catalán Daniel Mendoza publica su segunda novela, «Secretos y mentiras»

Daniel Mendoza López (Tarragona, 1988) tiene muy presentes sus orígenes, a caballo entre las calles de la entidad local de El Torno, tierra originaria de sus padres, y aquella que le vio nacer como fruto de esa inmigración nacional que tanto ha golpeado a las pedanías jerezanas. Por eso no sólo no reniega sino que presume de ese apelativo, “charnego” que a muchas personas ofende, y que otras emplean como insulto para referirse a quienes, en realidad, tienen como Daniel, la riqueza de contar con dos puntos de referencia vitales.

Quizá por ello, porque tiene tan presente la ruralidad, el catalano-tornero ha elegido un entorno rural para ambientar la que es ya su segunda novela “Secretos y mentiras”, tras “El declive de la humanidad”, publicada en 2015.

“En realidad”, explica Mendoza, “el espacio rural en el que se desarrolla Secretos y mentiras tiene poco que ver con un ambiente rural como el de El Torno, por ejemplo. Hablamos de un pueblo ficticio ubicado en Estados Unidos, en el estado de Montana, donde alguien amenaza o intimida a la población a través de notas anónimas que se entrelazan y que dejan al descubierto justamente los secretos y las mentiras que muchas personas esconden; y lo hace a través de flashbacks, miradas que se producen al pasado”.

Misterio, frío, mucho frío, y mentiras se entrelazan en el libro, que ya está disponible en E-booK a través de Amazon, y que constituye la segunda experiencia literaria para el joven Daniel Mendoza, que debe a su madre, Juani López, y a su amor por la literatura parte de ese gusanillo. “Me acuerdo muy bien de la llegada a casa de los libros de Círculo de Lectores, cuando tenía siete u ocho años, y aquellas obras de misterio y terror que leía a escondidas, porque no eran aptas para niños, según ella”, recuerda el autor. Una afición a la literatura que se ha trasladado también en la actualidad a las series de misterio.

A pesar de que le gustaría dedicarse de lleno a la literatura, la idea es, de momento, “sólo un sueño”, enfrascado como está en una exigente vida profesional centrada en el departamento de personal de la empresa en la que trabaja. Además, según él, “las editoriales en la actualidad, no apuestan por nadie, por lo que muchos autores se animan a autopublicar, o a hacerlo a través de plataformas de crowfunding, donde muchas veces fallan la distribución y la difusión de la obra”.

Mucho más cerca que nunca de El Torno, al que sus padres han regresado tras su larga estancia catalana, Daniel también ha fijado su residencia de nuevo en Andalucía, donde seguro que seguirá alimentando el gusanillo de grandes historias, quizá con un clima menos inhóspito que en “Secretos y mentiras”.

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